The Impact of Climate Change on Women & Feminism as the Solution

El impacto del cambio climático en las mujeres y el feminismo como solución

En todo el mundo, las mujeres se ven privadas de oportunidades por su género, ya sea de forma intencionada o debido a la desigualdad de género arraigada en nuestra sociedad, las mujeres y las niñas de todo el mundo tienen más dificultades para ganar lo mismo que sus compañeros, progresar en sus carreras, acceder al mismo nivel de atención sanitaria y, en general, experimentar un trato desigual en todos los rincones de nuestra sociedad.

No sólo las mujeres experimentan la desigualdad a la hora de luchar por mejores carreras, ingresos y bienestar en general, sino que también son las más afectadas por la crisis climática y sus impactos. Vamos a ver cómo y por qué el feminismo es clave no sólo para acabar con las desigualdades sino también para hacer frente al cambio climático.

¿Cómo afecta el cambio climático a las mujeres?

En muchas partes del mundo, las mujeres dependen más de los recursos naturales que los hombres. Ellas son las responsables de llevar al hogar alimentos, agua dulce, combustible, medicinas y otros recursos esenciales para la vida, y sin embargo son las que menos acceso tienen a estos recursos naturales.

El cambio climático y sus repercusiones sociales, económicas y medioambientales afectan más a las mujeres, que en los países de renta media-baja se dedican principalmente a la agricultura y dependen del rendimiento de su trabajo para satisfacer sus necesidades más básicas. Cuando se producen catástrofes climáticas, como las que estamos viendo ahora con olas de calor extremas, sequías, inundaciones y lluvias extremas, las mujeres son las más afectadas y las que tienen menos posibilidades de sobrevivir a estos fenómenos extremos.

El menor acceso a la educación, la atención sanitaria y los servicios aumenta el riesgo de que las niñas y las mujeres sufran las mayores consecuencias del calentamiento global y, en la mayoría de los casos, tengan pocos o ningún recurso para recuperarse de los desastres climáticos.

Si al aumento de la inseguridad alimentaria y al menor acceso a los recursos le añadimos el hecho de que las mujeres tienen en muchos lugares de este mundo menos poder político y representación en las funciones políticas y de toma de decisiones, a menudo vemos que las políticas de contingencia y los programas de ayuda no se dirigen a la parte de la población más afectada, con una gran mala distribución de los recursos que no acaban en manos de las mujeres, lo que provoca un efecto dominó, en el que asisten aún menos a la educación, la atención sanitaria y otros servicios.

Como vemos en la narración y en las crecientes pruebas científicas, tenemos que abordar la desigualdad de género y la situación en la que se encuentran las mujeres en diferentes partes del mundo, si queremos garantizar un nivel de protección y seguridad igual para las mujeres de todo el planeta que sufren los efectos del cambio climático.

Feminismo interseccional y cambio climático, el impacto del que no se habla.

Hemos visto cómo el cambio climático impacta de forma más severa en las mujeres, pero no se suele hablar de cómo afecta a diferentes grupos de mujeres en todo el mundo. Si observamos el impacto del cambio climático en las mujeres desde la perspectiva del feminismo interseccional, nos damos cuenta rápidamente de que el colectivo LGBTIQ+, las mujeres de edad avanzada, las mujeres de origen africano y los pueblos indígenas, las mujeres con discapacidad o las mujeres en zonas de conflicto suelen ser las más afectadas por el cambio climático.

Las mujeres de los países ricos experimentan desigualdades en su vida cotidiana, pero a menudo tenemos acceso a diferentes recursos y canales para arrojar luz sobre estas desigualdades, alzar nuestras voces para impulsar el cambio y unirnos para garantizar el progreso en nuestras sociedades.

Este no es el caso de las mujeres de grupos minoritarios o infrarrepresentados, que ya están infrarrepresentadas en la política, en los puestos de toma de decisiones y a menudo son invisibles para los medios de comunicación y los ojos del mundo. No es de extrañar, por tanto, que cuando llega el momento de diseñar programas de desarrollo humano, planes de contingencia para el cambio climático y programas climáticos, se las deje fuera de la ecuación, ampliando aún más la brecha de la desigualdad y profundizando el impacto del cambio climático para las mujeres de estos grupos.

Por qué necesitamos mujeres en el poder, ahora más que nunca

Ahora más que nunca, mientras atravesamos uno de los mayores desafíos que ha visto la humanidad, necesitamos encontrar soluciones que no sólo aborden el problema en cuestión, sino que lo hagan impulsando a todos los miembros de la sociedad en todo el mundo hacia un mayor bienestar, igualdad de trato y derechos y una vida mejor.

Diversos estudios demuestran que las naciones con mayor representación femenina en la política aplican programas y leyes climáticas más ambiciosas que las que tienen una menor proporción de mujeres en el poder.

Como muestra de la importancia de las mujeres en la lucha contra el cambio climático, en 2011 el papel de Director de Sostenibilidad (COS) era desempeñado en un 28% por mujeres, mientras que sólo 10 años después esa cifra se elevaba al 54%. Esto demuestra el empuje y la ambición de las mujeres para asumir funciones que contribuyan a aumentar el bienestar de las comunidades y a reducir el impacto medioambiental de la actividad humana y empresarial.

Si queremos conseguir la igualdad en nuestra sociedad, acabar con la pobreza y la inseguridad alimentaria, dar el mismo acceso a hombres y mujeres al sistema sanitario y educativo de todo el mundo, borrar las injusticias en todo el planeta y, en general, acelerar el avance de nuestra especie hacia un menor impacto medioambiental y un mejor nivel de vida para todos, no sólo debemos reconocer las dificultades a las que se enfrentan las mujeres hoy en día, sino también poner a las mujeres en el poder para que aporten las soluciones que tanto necesitamos.



Estés donde estés, seas quien seas y siempre que puedas, habla en nombre de las mujeres y exige que haya más mujeres en los puestos de decisión, desde tu lugar de trabajo hasta tu gobierno. Nuestra generación tiene la oportunidad de cambiar nuestro mundo para mejor, y para ello necesitamos el poder del feminismo interseccional. Déjanos tus pensamientos o inicia una charla a través de weterrazero.